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Exposición permanente

En esta sección se expondrán periódicamente parte de los fondos que la Fundación Carlos Ballesta posee.

El objetivo es dar a conocer de forma temática aquellas piezas de interés para la ciudad de Granada y que en la sede de la Fundación puedan ser analizadas por los visitantes/amigos de la Fundación.

La sede de la Fundacion Carlos Ballesta y los jardines que la rodean en el Carmen de Aben Humeya del Albaicin granadino, es uno de los lugares simbólicos de la ciudad.

Ubicada en una casa morisca del siglo XV ( la casa de Aben Humeya ) mantiene los artesonados y estructura original de cuando la conquistaron los Reyes Católicos, constituyendo en si misma una obra de arte, que a modo de matriuska, incluye una colección de documentos y obras de arte de incalculable valor histórico.

Sus jardines escalonados en paratas, frente a los palacios de la Alhambra, se encuentran perfectamente museizados para explicar la estructura urbana del Albaicin, su red de riego y cultivos, así como los principales oficios que sus habitantes desarrollaron ( alfarería, carpintería, agricultura etc ) carteles explicativos nos permiten identificar y entender las primitivas murallas de Granada y sus más de mil doscientas torres con las que se defendía.

Plano del Carmen de Aben Humeya
Carmen de Aben Humeya - Vista de la Alhambra
Vista de la Alhambra

Exteriores

El Carmen de Aben Humeya alberga una preciosa casa morisca de comienzos del siglo XVI con la categoría de BIC, pero también son muy interesantes sus jardines, paseos y patios exteriores,  pues a lo largo de su recorrido afloran elementos arqueológicos medievales de gran interés a los que se le suman las piezas escultóricas y arquitectónicas con las que se va musealizando su recorrido. El culmen de su recorrido nos ofrece, además, una maravillosa vista paisajista que abarca la práctica totalidad de la Granada medieval.

Patio central con la alberca de la casa
Patio central con la alberca de la casa

Patio

La casa principal del Carmen constituye en sí misma una de las piezas más importantes de la Fundación. Desde de su adquisición en 1996 se llevó a cabo una profunda y respetuosa labor de restauración, y a partir de 2010 se plantea su musealización para albergar una selección de piezas de la colección enfocada a la interpretación de la historia de los moriscos en España. La interacción de la cultura material en su propio medio nos ayuda a explicar esta historia.

Se trata de una típica casa morisca de entidad mediana, con dos pórticos y dos plantas, datada a principios del siglo XVI. Las estancias se distribuyen alrededor de un patio central que hace las veces de distribuidor y que ha sido acondicionado como una sala más del museo. En el centro del patio se ubica la alberca de la casa, construida respetando las proporciones y la orientación que marcan las huellas arqueológicas halladas durante la restauración.

La casa conserva importantes muestras de la carpintería original de una factura excepcional para este tipo de viviendas. Destacan las zapatas gótico-mudéjares y manieristas, pies derechos labrados y canecillos de gran elegancia. Igualmente destacan los aleros decorados con pinturas de ambos pórticos, datados a finales del siglo XV y que probablemente procedan de alguna obra anterior. El vano de la puerta de la sala principal se ha revestido con las puertas restauradas procedentes de una mezquita de la zona norte de Marruecos. La restauración se completa con reproducciones fieles de las yeserías, así como con un alicatado diseñado por el artesano marroquí Said Ben Jelon.

Documentos bibliográficos expuestos en la Sala Reino de Granada
Documentos bibliográficos expuestos en la Sala Reino de Granada

Sala Reino de Granada

El rico archivo de la Fundación Carlos Ballesta y del que se puede consultar en el apartado de Biblioteca y Archivo de esta misma página, es un elemento de gran valor histórico, pues algunos de sus documentos son esclarecedores del periodo histórico del final de la reconquista con la Guerra de Granada hasta la Guerra de las Alpujarras y sus consecuencias marcadas por la expulsión de los moriscos, la confiscación de sus bienes y la posterior venta de estos a cristianos viejos. Destaca en el archivo la importante colección de ejecutorias de hidalguía que se encuentra representada por veinte ejemplares, bellamente iluminados, que abarcan todos los reinados desde los Reyes Católicos hasta Carlos III.

Se completa esta sala con importantes joyas bibliográficas procedentes de la biblioteca histórica de la Fundación.

Esculturas y otras piezas de la Sala Religiones
Esculturas y otras piezas de la Sala Religiones

Sala de las Religiones

Esta sección ilustra el problema fundamental de la relación entre moriscos y cristianos viejos, que no era otra que la imposible coexistencia de dos espiritualidades distanciadas históricamente, ya que socialmente se encontraban totalmente asimilados como artesanos, labradores, pescadores, etc. En el contexto de este conflicto religioso es en el que se producirán las maniobras políticas que irán presionando a los moriscos en su lengua, costumbres, vestuario y propiedades, llegando a las diferentes expulsiones que culminarán con la de 1609 ordenada por Felipe III y decretada por su valido el duque de Lerma.

Se recoge una muestra de la profusa iconografía desarrollada por todo el territorio español, enmarcada en el contexto de la Contrarreforma y conectada con la exigencia de fe sincera a los moriscos desde el reinado de Felipe II en adelante.

Vitrina con piezas del periodo medieval de la Sala Albaicín
Vitrina con piezas del periodo medieval de la Sala Albaicín

Sala Albaicín

Denominada así, por la existencia de una vitrina que en tres niveles, simbolizan la ocupación cultural del territorio del Albaicín desde sus orígenes. Se estructura esta vitrina a modo de una cata arqueológica simbólica en la que en el estrato inferior y por tanto el origen de la ocupación territorial viene dado por la cultura ibérica y su influencia griega. Sobre este estrato, tenemos el periodo romano (que cada vez tiene más peso en el Albaicín gracias a los últimos descubrimientos) simbolizado especialmente por una urna funeraria de vidrio y su cista de plomo, típicas de un columbario romano. Por encima de este estrato se sitúa el periodo medieval y moderno, representado por un pequeño ajuar doméstico en el que sobresalen tres candiles de cerámica vidriada en verde, típicamente nazarí. Algunos objetos cerámicos de juguete y una jarra de vino. Todas estas piezas del periodo medieval se encontraron como relleno moderno de la alberca del patio.

Galería Sur
Galería Sur

Galería Sur

En esta galería se ofrece una interesante selección cartográfica de los siglos XVII y XVIII que en realidad comienza en la Sala Albaicín con el mapa de los reinos de Berbería. Aquí, en el muro de cierre de la casa está colgado el plano de los reinos de Granada y Murcia, grabado al cobre de Joan Blaeu, editado en 1670. En estos dos reinos se encontraba la mayor concentración de moriscos en el momento de su expulsión (1609-1614) y aclara muy bien la dimensión del reino de Granada que abarcaba desde Tarifa hasta los límites con Murcia.

El siguiente plano es un curioso mapa del Norte de África, la principal zona de destino de los moriscos expulsados de España. Es un grabado al cobre de Gil de L’Isle publicado en 1740 y su característica principal es que están señaladas las diócesis y fundaciones cristianas en tierras musulmanas.

El último grabado situado en esta zona es el que recoge los territorios del Imperio Turco, obra de Ioannes Ianssonius (Ca. 1640) en él se refleja la potencia del otro gran imperio al otro lado del Mediterráneo, el contrapeso político y militar del imperio español hacia Oriente.

Sala Carlos V y la Universidad
Sala Carlos V y la Universidad

Sala Carlos V y la Universidad

Sala presidida por un retrato de Carlos V (retrato a tamaño natural, al fondo de la sala). Este retrato es obra de la escuela de Juan Pantoja de la Cruz y es copia del que Tiziano pintó del emperador, hoy desaparecido.

Carlos V fue rey amable con los moriscos y, también, un rey endeudado por sus múltiples campañas, por lo que precisaba de los impuestos que pagaban los moriscos, de ahí esa buena consideración. Por ejemplo, Carlos V cuando se casó en 1526 Sevilla con Isabel de Portugal, vino de viaje de novios a Granada, entre otras cosas para recoger la importante dote que los moriscos del reino le ofrecieron. En esas fechas, el arzobispo y el capellán real convocaron a Carlos V a las famosas Juntas de la Capilla Real, para que se instituyera la Santa Inquisición en Granada, lo que tuvo que admitir, pero en varias ocasiones hubo intentos por la Santo Oficio de hacer deportaciones, el emperador siempre estuvo del lado morisco a cambio de impuestos. Todo esto cambiará con Felipe II que exigirá mayor demostración de fe y menos dinero.

En 1526, Carlos V promueve la fundación de la Universidad de Granada que se confirmará con la Bula Papal de 1531. Por ello, esta sala se dedica a la Universidad y al estudio de las humanidades, empezando por la música, representada por un gran cantoral contemporáneo del emperador.

Sala de la Mujer
Sala de la Mujer

Sala de la Mujer

Es la estancia principal de la casa. La sala se cubre con una rica armadura mudéjar de par y nudillo apeinazada, con labor en el centro y en los cabos, del siglo XVI. Es la original de la casa que, al igual que las demás cubiertas que se conservan, fue repintada durante la época de Alfonso de Borbón. En esta sala, al igual que en la pareja inferior, la alhanía –sala de descanso– queda diferenciada por la cubierta que en ambos casos es un alfarje, también original del siglo XVI.

En esta sala se pretende explicar el ámbito doméstico, el espacio privado de una casa del siglo XVI y también está dedicada a la mujer no solo en su faceta doméstica sino también como profesional y, a través de varios hitos, se explican algunas de las profesiones que desarrollaron las mujeres de la época.

Galería Norte
Galería Norte
Galería Norte con vitrina al fondo
Galería Norte con vitrina al fondo

Galería Norte

En la galería Norte y como fin de la exposición permanente hay situada una gran vitrina holandesa (s. XVII-XVIII) de nogal con incrustaciones alegóricas de marfil pirograbadas de gran belleza, especialmente los remates superiores en forma de un estilizado perro sentado.

En esta vitrina se guarda una gran miscelánea de piezas originales de diferentes países y fechas. Se podría categorizar como una vitrina de “souvenirs” de la época, pues lo que se pretende plasmar es la llegada de propietarios cristianos a las casas moriscas del Albaicín, tras las expulsiones de 1572 y 1609. En esas dos fechas clave se produce el práctico abandono de la mayor parte de las casas del Albaicín, hasta el punto de que el barrio llega a correr grave peligro de desaparecer e incluso ser foco de malhechores y epidemias. Así, Felipe II propició la instalación de nuevos moradores en estas casas, bien a bajo precio o, incluso, regaladas a cristianos viejos. Obviamente los habitantes que podían acceder a estas viviendas no eran los herederos principales de las grandes familias, sino hidalgos venidos a menos o segundones que buscaban fortuna tanto en las guerras de religión en Europa o contra el turco, como en América. Muchos de ellos volvieron sin fortuna y ocuparon estas construcciones. En el Albaicín actual se puede rastrear esta ocupación en la toponimia: Plaza de los Carvajales, Plaza de los Porras, Placeta de los Castillas, de los Ortegas… Pues bien, estos nuevos poseedores vistieron sus nuevas viviendas con sus enseres y entre ellos figuraban piezas importadas de esos viajes, junto a las piezas autóctonas o de devoción popular.

De este modo, la vitrina la preside una magnífica tabla con la Virgen de las Angustias (s. XVIII) escoltada por dos incensarios o pebeteros, uno musulmán de terracota y otro cristiano de bronce y un cenicero de plata cuzqueña sobre una banda bordada con apliques de monedas acuñadas en las colonias. En la repisa del centro una baraja de cartas francesa (s. XVII-XVIII). Un precioso tintero en forma de flor y una arqueta de hierro repujado nazarí, junto a una caja de tabaco yemenita. Por último, una escribanía en papier maché turca, un pequeño peine de nácar y un precioso esenciero de cristal.

Escaleras con dalmática roja y oro expuesta
Escaleras con dalmática roja y oro expuesta
Marlota y grabados de Hoefnaguel al fondo
Marlota y grabados de Hoefnaguel al fondo

Escaleras

Las escaleras de la casa son una preciosa interpretación doméstica de la escalera imperial de un tramo que se divide en otros dos, mediante una meseta trapezoidal que ha conservado su enlosado original. Cada tramo lleva a un ala de la casa y, en la angosta caja de la escalera, se presentan tres piezas de relevancia.

La primera es una magnífica dalmática del siglo XVI, en tejido de lampás bordado en seda y oro. Su característica principal es que pese a que es una vestimenta eclesiástica, su decoración no deja ver ninguna iconografía que la identifique, sino que la decoración está más cercana al arte hispano-musulmán. Toda ella está bordada con unas orlas de forma ligeramente romboidal, similar a los paños de sebka, que encierran una decoración vegetal estilizada y geométrica. Incluso se observan pequeños cartuchos con diagonales que podrían presentar perfectamente una grafía árabe. Esta pieza se emparenta estilísticamente con la marlota del rey Boabdil del museo del ejército y muy probablemente fue usada durante los bautismos de moriscos, en un intento de no ofender con imágenes cristianas a los mudéjares que acudían forzadamente a recibir el sacramento.

Se complementa la exposición con dos grabados de Hoefnaguel de las villas de Cártama (Málga) y Setenil de las Bodegas (Cádiz), dos importantes plazas protagonistas en la Guerra de Granada de los Reyes Católicos (1482-1492). Ambos ejemplares proceden del Civitatis Orbis Terrarum (1572)

Tinaja globular de cerámica ibérica levantina de la escuela de Liria (s. III-I a.C)
Tinaja globular de cerámica ibérica levantina de la escuela de Liria (s. III-I a.C)

Obra maestra de la temporada

En una vitrina encastrada en la pared, aprovechando una antigua ventana se conserva una de las obras maestras de la colección que posee la Fundación. Este espacio recibirá nuevas piezas de forma temporal, sin necesidad de que la pieza tenga una relación directa con el mundo de los moriscos. Es un espacio reservado a ir mostrando obras importantes de los fondos colección.

Se trata de una tinaja globular de cerámica ibérica levantina de la escuela de Liria (s. III-I a.C), con decoración figurativa y, esto es lo que la hace excepcional, inscripciones ibéricas en el cuerpo y en el labio de la boca.

Se decidió que esta pieza fuera la primera de las obras maestras que entraran en la casa-museo, para realizar un homenaje al investigador granadino don Manuel Gómez Moreno (1875-1975) natural del Albaicín y que fue el primer investigador que logró sistematizar el alfabeto ibérico, permitiendo su lectura aunque no su comprensión. Pues aún hoy, a partir de sus investigaciones, se está trabajando en la traducción de los textos ibéricos.

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Invierno
De Martes a domingo de 10 a 14 h.
Martes y miércoles de 16 a 19 h.

Verano
De martes a domingo de 9 a 13 h.
Martes y miércoles de 18 a 21 h.

Lunes y resto de tardes cerrado al público

Solo para grupos concertados.
Realice su petición de visita.

Cuesta de las Tomasas, 12
Barrio del Albaicín, Granada.